domingo, 13 de junio de 2010

can toni

al final, cambio total de planes, y resulta que el fin de semana se salda con dos visitas, cuando no había previsto ninguna. la primera, improvisada, a can toni, en anyós. Se trata de un restaurante de toda la vida, sin grandes alegrías, pero que tiene una de las escasas terrazas de las que gozar del buen tiempo veraniego. el emplazamiento de dicha terraza es muy agradable, en una pequeña elevación junto a una pronunciada curva a pie de carretera con unas vistas espectaculares, rodeado de plantas y flores. francamente a gusto para tomar una cerveza al solecito.
la terraza, todo hay que decirlo, llega a ser tan cutre que se hace hasta entrañable. todo está realizado con material de deshecho reciclado (tablas, palieres...). coste de inversión: cero.
tras tomar una cerveza al sol, decidimos picar algo: entonces el amable personal nos traslada a la "zona noble" del chiringuito, que recordaba a las ilustraciones de la cabaña de tom sawyier a orillas del mississipi... sin embargo, como todo es tan natural y tan poco pretencioso, lo encuentras divertido y pasas un buen rato rodeado del inconfundible ambiente de la deixallería.
la especialidad parecen ser las carnes a la brasa, pero como he reservado para la noche en una parrilla uruguaya, solventamos el encuentro con unos pimientos que no conocieron padrón ni de lejos, unos espárragos verdes gratinados con una rica salsa de roquefort y un bacalao gratinado con alioli francamente bueno. con un café aguado prescindible, y cuatro cervezas, la visita sale por poco más de 30 euros. lo mejor, las risas por el mobiliario de la terraza y el buen rato que pasamos al sol.

CAN TONI
a pie de carretera en anyós, no tiene perdida, una terraza en una curva.
no hace falta reservar

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