sábado, 5 de junio de 2010

el cantabric

tengo que confesaros que soy bastante cabezota. por ello, cuando entro en un restaurante con aprensión, tiendo a verlo todo negativo. así que, cuando poco a poco, a base de buen hacer, te van conquistando hasta salir por la puerta con una sonrisa de oreja a oreja, la satisfacción es aún mayor.
eso es, a grandes rasgos, lo que me ha sucedido hoy en el cantabric, en la massana. la web no le hace un gran favor al local, te esperas raciones escasas con platos pintados de colores. los comentarios, suelen hablar de buen pescado y precios desorbitados. con esa presencia de ánimo le echo valor y reservo mesa...
lo primero que te encuentras es un local decorado con cierto aire marinero kitsch, donde te recibe un sonriente camarero portugués con chaquetilla de capitán de yate. tras el primer chirrido de tripas, te sientas en la mesa y comienza una eterna espera con la compañía de unos boquerones marinados que aumentan tu sed en una calurosa noche, en la que matarías por una copa de vino blanco bien frío. pasado un buen rato, el capitán de yate te explica la mecánica de funcionamiento: el concepto es el de pescadería en la que tu eliges el producto y encargas la preparación, que luego te llevan a la mesa. esta fórmula lleva tiempo funcionando con éxito por la zona de barcelona (concretamente visité hace como tres años el peixet, en hospitalet de llobregat), dirigido a un público poco exquisito en las formas pero rotundo con la calidad. el cantabric es la versión pija de este concepto, adaptada a los "especialitos" andorranos.
la visión de la pescadería es un tanto desoladora por la poca variedad de producto, sobre todo en un sábado noche a primeros de mes, presunto "dia fuerte". se echa de menos algun cartel con el nombre del pescado, y sobre todo, los precios. posteriormente, en la mesa encargas la bebida, donde vuelve a adolecerse de una carta de vinos, debiendo de confiar en el buen criterio del capitán de yate. temiendo por mi plan de pensiones, encargo un albariño a su elección.
cuando comienzan a llegar los platos, tu humor tiende a mejorar. excelente la presentación, incluso algo recargada, para unos buñuelos de bacalao y unas puntillitas fritas encargadas como chipirones a la plancha... correctas y poco más. pero, amigos míos, todo es llevarte a los labios la primera copa del EXCEPCIONAL albariño "terras gauda", y la vida comienza a sonreirte. albariño arriba, albariño abajo, tras otra buena espera llegaron unas fantásticas cañaillas cocidas, (lo que aquí llaman cargols de puntxa), en una generosa ración de medio kilo. es lo bueno de este concepto, que pides la cantidad que quieres. luego pagarás más o menos, pero si te vas con hambre es cosa tuya. uno, que es gaditano, en lo que se refiere a frescura, cocciones y frituras de pescado, es bastante exigente, pero no fuí capaz de ponerle un pero.
entre tanto, para recibir al (fresquísimo) rape a la plancha, se nos acabó el albariño, pero el agradable capitán de yate nos ofreció la posibilidad de abrirnos una segunda botella y cobrarnos sólo las copas que gastáramos, todo un detalle al que correspondimos sin abusar demasiado. un pero al acompañamiento, una ostra tramposa gratinada con una rica velouté de patata, pero sin bicho dentro!!!
tras un buen tiramisú excelentemente presentado y los cafés de rigor, llegó la hora de pedir la dolorosa minuta. a esas alturas, más que satisfecho, me dije: "fron lost, to de river" usease, de perdidos al río, que me quiten lo que he disfrutado. para mi sorpresa, la cuenta fué de unos más que ajustados 80 euros. así que salí del local más que contento. vamos, que no dí dos volteretas porque aún me queda algo de dignidad. como dijo el general mcarthur... volveré!!!

EL CANTABRIC
av. san antoni 15. la massana
teléfono 836052

No hay comentarios:

Publicar un comentario